Actualmente, podemos someternos a un tratamiento de ANTIAGING EN BARCELONA. Además, podemos optimizar los resultados con una buena alimentación rica en antioxidantes, los cuales guardan una estrecha relación con el retraso en el envejecimiento de la piel.
Nuestras células cuentan con elementos antioxidantes que cumplen la misión de mantener el equilibrio en la concentración de los radicales libres que pueden dañar las células y los tejidos. Cuando se produce esta pérdida de equilibrio se produce oxidación y envejecimiento acelerado.
Esta oxidación afecta a la elastina y al colágeno de nuestra piel, lo que nos hace envejecer, ya que la piel pierda elasticidad y firmeza. Con ello aumentan las líneas de expresión, aparecen arrugas e incluso deficiencias en el sistema inmunológico. Aunque el cuerpo produce antioxidantes, no son suficientes, por lo que debemos recibir ayuda por parte de los alimentos que ingerimos.
¿Qué alimentos son antioxidantes?
Para combatir los efectos de la oxidación se deben consumir alimentos cuya composición ayude a combatir y neutralizar los radicales libres, como aquellos que tienen vitaminas A, E y C, entre los cuales destacan las verduras y hortalizas (tomates, lechuga, espinacas, pimientos, brócoli, ajo y zanahorias) . Las frutas nos proporcionarán zinc y selenio, así como coenzimas Q10 y ácido alfalipóico (kiwis, bayas, cítricos…).
El té verde también tiene un gran poder antioxidante; el vino tinto, gracias a uno de los componentes con los que cuenta la uva llamado resveratrol, un potente antioxidante culpable de lo que se conoce como la “paradoja francesa”; dicho popular según el cual los franceses tienen menos tendencia a sufrir problemas cardiovasculares y a tener un mejor tono de piel, dado que consumen mucho vino a lo largo del año.
No podemos olvidarnos de los frutos secos, chocolate amargo, cúrcuma, azafrán, y muchos otros alimentos que aportarán su dosis de antioxidantes y que nos ayudarán a frenar el proceso de oxidación de nuestra piel.