Las tecnologías que utilizamos en nuestros TRATAMIENTOS DE REJUVENECIMIENTO FACIAL dan unos resultados excepcionales. Pero aparte de ello, es muy recomendable tener una serie de hábitos en nuestro día a día para mantener la piel radiante y hacer que los efectos del tratamiento sean más efectivos. Esto se consigue con una buena alimentación, en la que tengamos en cuenta cuáles son los nutrientes necesarios para mantener la piel sana y rejuvenecida.
¿Rostro apagado y envejecido?
Posiblemente, la falta de luminosidad en el rostro sea consecuencia de la acumulación de toxinas. Nuestra piel es parte activa en la depuración de toxinas a través del sudor, pero si no lo hacemos correctamente, tendremos un rostro apagado, con puntos negros e impurezas. Para conseguir una depuración de materias de desecho de nuestro organismo, y contribuir a la limpieza de la piel a través del sudor o de la orina, es importante consumir mucha fibra, frutas y verduras a diario, y beber al menos dos litros de agua al día. Notaremos que nuestro rostro gana en luminosidad y buen tono.
Por otra parte, podemos sufrir un envejecimiento prematuro de la piel debido a una mala alimentación. En estos casos, y como medida preventiva y complementaria a un tratamiento de rejuvenecimiento facial, una dieta rica en antioxidantes es la mejor opción, ya que previene el envejecimiento prematuro de la piel. Alimentos ricos en vitamina C o vitamina E, y algunos minerales como el zinc, ayudan a mantener nuestra piel joven. El consumo diario de unas 5 raciones de fruta o verdura rica en estas vitaminas, y la ingesta de frutos secos entre horas, nos ayudarán a conseguir mantener una piel más joven y con un aspecto fresco.
Además de optar por un tratamiento laser de rejuvenecimiento facial, es importante ser constantes en la alimentación rica en los nutrientes que mantendrán y prolongarán sus efectos positivos.