En un CENTRO DE DEPILACIÓN LÁSER se tiene muy en cuenta la piel de cada persona para poder preparar el tratamiento depilatorio idóneo, tanto si es para un hombre como para una mujer. No todas las pieles son iguales, cada una tiene sus propias características; pueden ser grasas, normal, secas o deshidratadas, entre otras.
Posiblemente, piensaa que una piel seca o deshidratada es lo mismo, pero no. Hay varias diferencias y de eso es de lo que vamos a tratar en este artículo; conocer en qué se diferencian.
Piel seca y deshidratada, ¿en qué se diferencian?
Una piel secas es aquella que presenta ausencia de lípidos en la epidermis debido a una deficiencia de producción de las glándulas sebáceas de la dermis. Esto, además, algo que se agrava con el paso de los años.
Los poros de las pieles secas suelen ser más pequeños de lo normal, el grosor de la piel es bastante fino y, en algunos casos, puede llegar incluso a presentar descamación. Normalmente, esta clase de pieles se ven apagadas y las líneas de expresión se notan mucho más que en otras clases de piel.
Por su parte, la piel deshidratada no es un tipo de piel sino que estamos hablando de una condición que puede afectar, de manera temporal, a cualquier clase de piel. La propia palabra lo dice, una piel deshidratada lo es por falta de agua en la dermis por deficiencia del colágeno. Esto puede estar provocado por diferentes causas, tanto internas como externas.
Para el cuidado de las pieles secas se recomienda el uso de productos nutritivos que tengan ingredientes como la manteca de karité, aceite de argán o de jojoba. Aquellas que están deshidratadas deben recibir productos que tengan una clara base de agua como por ejemplo pepino o árbol de tara, aunque también se puede acudir a un especialista para un tratamiento con ácido hialurónico.
