Una vez que nos decidimos a someternos a un tratamiento de depilación de carácter definitivo, es importante que se nos someta a una PRUEBA DE DEPILACIÓN LÁSER.
La prueba de depilación láser forma parte del proceso a realizar previo al tratamiento, gracias a ella se podrá concretar el nivel de energía al que el especialista deberá configurar el láser para que los resultados del tratamiento sea los deseados, ya que el tipo de piel y las características del vello de cada paciente, hacen que la forma de tratamiento varíe de un caso a otro.
Esta prueba también permite que el paciente pueda hacerse una idea de cómo será el tratamiento al que se va a someter. Se podrá observar cuales son los problemas que pueden surgir a lo largo de la sesiones y también detectar posibles efectos secundarios derivados de la aplicación del láser.
La prueba de depilación láser es realmente un paso muy importante en el proceso, ya que en caso de que podamos sufrir algún tipo de complicación a consecuencia de la aplicación del láser, ésta será en una pequeña sección de la piel, en la zona de prueba.
Si no nos sometiéramos a ella, podríamos presentar cualquier tipo de efecto secundario el cuál padeceríamos en una zona mucho más amplia, en todo el tramo de piel al que estemos sometiendo a la exposición del láser.
Este tipo de pruebas suelen llevarse a cabo 3 ó 4 días antes de iniciar el tratamiento, de manera que podamos conocer el resultado de la aplicación del tratamiento antes de iniciar la primera sesión. Es importante que antes de comenzar las sesiones, comentemos con el especialista que llevará a cabo nuestro tratamiento cualquier reacción que hayamos experimentado tras la prueba y que resolvamos todas las dudas que puedan surgirnos.