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      Muchas personas en algún momento de su vida pueden sufrir etapas en los que padecen de problemas de acné, o incluso padecerlo de forma permanente. El acné puede llegar a provocar que nuestra piel presente cicatrices a lo largo del tiempo, por lo que cada vez más gente busca soluciones para eliminar estas molestas marcas. La microdermabrasión en Barcelona es una de las alternativas más utilizadas para luchar contra estas cicatrices.

      El acné aparece a consecuencia de la alteración hormonal y el agrandamiento de las glándulas encargadas de la producción de grasa de la piel. Suele ser habitual que aparezca en zonas como la cara, el cuello…

       

      El acné se puede catalogar en diferentes tipos:

       

      • El acné leve es aquel que supone la existencia de espinillas que suelen aparecen en ciertos momentos debido a factores hormonales o de higiene de la piel.
      • El acné moderadamente serio se caracteriza por la existencia de granos rojos e inflamados (pápulas) y/ o granos rojos con aparición blanca justo en la zona central (pústulas)
      • El acné serio supone la aparición de abultamientos llenos de pus que resultan dolorosos.

      Este último tipo de acné es el que con más frecuencia suele provocar que suframos la aparición de cicatrices.

       

      Para combatir estas cicatrices una alternativa muy efectiva es someternos a un tratamiento de microdermabrasión, que consiste en realizar una limpieza en profundidad que repara, sanea y da una mayor vitalidad a nuestro rostro. Este tipo de tratamiento es similar a un peeling pero es más profundo y se caracteriza por ser menos agresivo.

       

      Para llevar a cabo este tratamiento, se utilizan cristales de diamantes que se encargan de pulir la epidermis mientras “aspiran” las células muertas presentes en ella. Mediante este tratamiento, la sangre, sus nutrientes y el oxígeno llegan a la piel de manera más eficaz y se consigue una mayor producción de colágeno, lo que ayuda a regenerar nuestra piel.

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