El embarazo es, para muchas mujeres, una de las etapas más mágicas de su vida, aunque trae consigo muchos cambios físicos que pueden mantenerse después del parto. Uno de los efectos que puede aparecer es el melasma, conocido popularmente como manchas de maternidad, patología que puede tratarse con un tratamiento DESPIGMENTANTE FACIAL EN BARCELONA.
No hay que preocuparse demasiado porque es algo muy común en la piel de las embarazadas, y suele ir desapareciendo poco a poco tras el embarazo, aunque en algunas mujeres puede llegar a tardar bastante tiempo.
La actividad hormonal extra a que se ve sometido el cuerpo de la mujer, hace que se produzca una gran efervescencia, tanto de hormonas como de muchas otras sustancias naturales como la melanina, la cual es secretada por los melanocitos, células que tienen la misión de fabricar el pigmento natural de la piel.
El melasma, cloasma o manchas del embarazo, son manchas que no tienen relieve, haciendo que la piel siga siendo lisa al tacto aunque no en cuanto a su aspecto, dejándola descompensada y con mal aspecto. Por suerte, puede tratarse para conseguir un aspecto homogéneo y uniforme, recuperando el tono natural de la piel.
Las zonas donde suelen aparecer más comúnmente estas manchas son en las mejillas, la frente y la barbilla, aunque, en los casos más extremos, puede salir también por el resto de la cara, llegándola a cubrir por completo.
No olvidemos que el cloasma no es maligno, aunque pueda dar esa la sensación. Cuando se da a luz lo más normal es que vaya desapareciendo. Si no es así, un tratamiento despigmentante facial lo soluciona con efectividad.